Cada día las cosas son más sorprendentes, cada día intento plasmar en mis fotografías y en mis textos cada cosa que siento, cada cosa que quiero expresar, cada cosa que no puedo gritar. Me gusta decir lo que pienso, pero sobre todo me gusta demostrar lo que siento.
sábado, 8 de mayo de 2010
Me dejó sus zapatos rojos, rojo color carmín. Me temblaban las manos.
Toqué el tacón, la punta y hasta me permití desabrochar el botón que unía la correa con el resto.
-Gracias-.Le dije.
Eran tan hermosos… pero lo eran por que en el fondo me recordaban a ella. A sus labios. A su sonrisa. Me recordaban a las tardes de otoño que habíamos pasado en su casa. A las de primavera, en la mía. Me recordaban a los arboles en flor que rodeaban el jardín por el que solíamos pasear… eran tan hermosos.
-¿Sabes qué?- Le dije.
-¿Qué?
-Me recuerdan a tus ojos.
-¿Los zapatos? ¿los zapatos rojos? Pero… cariño, mis ojos son azules.
-Azules de color, rojos de pasión.-Le contesté.
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